Objetos
2009

La cultura guaraní no dejó templos de piedra, su único templo sagrado era la naturaleza. El área donde residía era continuamente preservada por ellos. Por ejemplo, al percibir el desgaste de la tierra realizaban migraciones periódicas para dar tiempo a una recuperación natural, logrando así que las generaciones posteriores pudieran disfrutar el frondoso paraíso. Cuando un miembro adulto moría, los chiriguanos, parte de esa rica etnia, encarnaban su alma mediante máscaras de madera. Así, se garantizaba la continuidad en la función preservadora. Como un subrayado de ese criterio protector, la artista elabora sus máscaras en papel. Mediante ese material se alerta sobre la tala de bosques y selvas, denotando la fragilidad y lo efímero del entorno natural. Bajo las máscaras, las finas porciones de troncos, alusión a otros troncos afectados por un sistemático exterminio. De seguro, el mayor acierto de la propuesta es su tierno aire de inocencia, su desvalida belleza.

Alfredo Torres